Coco
Coco
No Incluye maceta
Imágenes Referenciales
Es quizás una de las plantas tropicales menos conocidas. Y, sin embargo, el cocotero es la planta más plantada del mundo. Curiosamente, cuando hablamos de los cuidados del cocotero no nos referimos a esas palmeras enormes que vemos en las postales caribeñas. Más bien nos referimos a su germen. A una planta estilizada y hermosa que puede cultivarse en maceta a este lado del Atlántico.
Poco común y, sin embargo, sumamente original. Así podríamos resumir a una planta que, como su nombre indica, nace de un coco. Un punto de naturaleza exótica que, además y con los cuidados necesarios, puede alcanzar una envergadura importante. Eso sí: como buena planta de orígenes caribeños, los cuidados del cocotero están marcados directamente por sus orígenes. Y, quizás por eso, es imprescindible conocerlos antes de plantearnos su cultivo.
Distinto y esbelto, el cocotero o coco nucífera es una apuesta ideal para quienes quieran afrontar el reto de su cultivo. Porque no nos engañemos: fuera de su lugar de origen, disfrutarla conlleva estar muy pendientes de ella.
LUZ, TEMPERATURA Y HUMEDAD: AUTÉNTICOS IMPRESCINDIBLES EN LOS CUIDADOS DEL COCOTERO
Si nos planteamos disfrutar de esta planta, tendremos que llevar a rajatabla los cuidados del cocotero o coco nucífera. Algo lógico si tenemos en cuenta que estaremos cultivándola en unas latitudes muy distintas a la tierra de la que es originaria la planta. Por ello, es fundamental que tratemos de recrear al máximo las condiciones meteorológicas en las que crece de manera natural.
Por eso, uno de los cuidados del cocotero por el que tendremos que velar es porque reciba mucha luz. Es importante entender que tanto en el centro como el sur de América el índice de luminosidad es muy alto. Algo que tendremos que buscar, no solo ubicando la planta en un lugar soleado. También y sobre todo en los meses de invierno, en los que las horas de sol se acortan, tendremos que procurar que reciba el máximo de iluminación al cabo del día.
Cuidados del cocotero o coco nucifera
Es quizás una de las plantas tropicales menos conocidas. Y, sin embargo, el cocotero es la planta más plantada del mundo. Curiosamente, cuando hablamos de los cuidados del cocotero no nos referimos a esas palmeras enormes que vemos en las postales caribeñas. Más bien nos referimos a su germen. A una planta estilizada y hermosa que puede cultivarse en maceta a este lado del Atlántico.
Poco común y, sin embargo, sumamente original. Así podríamos resumir a una planta que, como su nombre indica, nace de un coco. Un punto de naturaleza exótica que, además y con los cuidados necesarios, puede alcanzar una envergadura importante. Eso sí: como buena planta de orígenes caribeños, los cuidados del cocotero están marcados directamente por sus orígenes. Y, quizás por eso, es imprescindible conocerlos antes de plantearnos su cultivo.
Distinto y esbelto, el cocotero o coco nucífera es una apuesta ideal para quienes quieran afrontar el reto de su cultivo. Porque no nos engañemos: fuera de su lugar de origen, disfrutarla conlleva estar muy pendientes de ella.
Intimamente ligado a este aspecto está otro de los cuidados del cocotero que no podemos desatender: la temperatura. Hablamos de una planta que solo puede vivir con normalidad hasta los 16 grados. Una temperatura que obliga a considerarla una de nuestras plantas de interior. El único lugar en el que es posible tener mínimo esa temperatura, a menos que vivamos en Canarias. Los 21 grados de confort propios del interior de las casas en invierno serán perfectos para que el cocotero pueda mantenerse a la espera de los meses de verano.
Humedad de riego y ambiental
Dejémoslo claro: el coco nucífera no es una planta apta para olvidadizos. Y decimos esto porque, entre los cuidados del cocotero, está cuidar de su riego. Y no solo en lo que respecta a la maceta sino, también, al ambiente.
Por un lado, el cocotero necesita de un riego constante y abundante. Lo ideal es que, durante el invierno, reguemos cada ocho o diez días. Una pauta que se recorta sustancialmente en los meses de verano, cuando nos exigirá una frecuencia mayor: cada tres o cuatro días como máximo. Dado que es una planta que necesita un buen grado de humedad, tendremos que procurarle un drenaje adecuado. Bastará con una cama de perlita en la base de la maceta, que permita evacuar el agua sobrante de riego.
Pero el cocotero no solo es demandante de humedad en el sustrato en el que esté plantado. También lo es en lo que respecta al ambiente. Un factor que debemos cuidar sobre todo en los meses de invierno. Unos en los que el uso de la calefacción puede resecar mucho el ambiente. Por eso y como tarea para todo el año, es fundamental anotar entre los cuidados del cocotero pulverizar sus hojas. Una manera de mantenerlas hidratadas, y que tendremos que llevar a cabo de manera regular. Es más: si podemos hacerlo a diario, mejor que mejor.
CÓMO SABER QUE ESTAMOS CUMPLIENDO CON LOS CUIDADOS DEL COCOTERO O COCO NUCÍFERA
Al igual que muchas otras plantas, esta también nos avisará de lo que estamos haciendo mal. Y es que a veces, aún conociendo los cuidados del cocotero, la planta puede estar mostrando señales de que algo no va bien. Para poder disfrutar de ella, nada como conocer algunos síntomas que tendremos que corregir para que continúe con su porte erguido y llamativo.
Si detectamos que el coco se oscurece mucho, la planta estará dando señales de sufrir un exceso de riego. Al encontrarse semi enterrado en el sustrato, este síntoma tiene fácil solución: alargar el próximo riego. Ese oscurecimiento no deja de ser que el coco está mojado, por lo que será su coloración la que nos marque cuándo es momento de volver a regar.
Si la planta muestra las hojas secas, no estamos procurando uno de los cuidados del cocotero que permiten su supervivencia: la humedad ambiental. Para paliar esa deshidratación, lo ideal es que coloquemos la planta en un lugar con mucha humedad. Bien sea un baño o la cocina, cualquiera de las dos estancias serán ideales para recuperar la planta.
Por último, si notamos los bordes de las hojas quemados es momento de cambiarla de ubicación. Un auténtico síntoma de que está recibiendo demasiado sol directo. Bastará con retirarla ligeramente del punto de luz e hidratar sus hojas lejos de la luz solar.
Y, ahora que conocer los cuidados del cocotero, ¿te animas a asumir el reto de cultivarlo? ¡Su belleza merecerá cada uno de los minutos que le dediques!